En un discurso que hoy reproduce la agencia estatal ACNC, el presidente del Comité de Asuntos Estatales insufló ánimo a los científicos y técnicos encargados de poner en órbita el Malligyong-1-1, una operación que resultó fallida hace dos días debido a problema en el motor del cohete propulsor.

El lanzamiento de un satélite de reconocimiento esta vez no cumplió su objetivo, pero, camaradas, no nos desanimaremos ni intimidaremos por el fracaso, sino que intensificaremos nuestros esfuerzos, dijo.

Los fracasos nos hacer aprender y avanzar más, sentenció el también secretario general del Partido del Trabajo y comandante supremo del Ejército Popular de Corea al visitar ayer a la Academia de Ciencias de la Defensa en ocasión del 60 aniversario de la institución.

Señaló que a la RPDC le sería “práctico e indispensable” disponer de satélites de comunicaciones, meteorológicos y de exploración de recursos terrestres, pero ha definido como prioridad tener satélites de reconocimiento “porque se trata de una tarea apremiante, directamente relacionada con la seguridad de nuestro Estado”.

Poseer satélites de reconocimiento militar es una tarea crucial para fortalecer la capacidad disuasiva de nuestro sistema de autodefensa y proteger la soberanía y la seguridad nacionales, alegó.

Kim resaltó el papel cumplido por la Academia, a la que calificó de “base matriz de talentos patrióticos”, como uno de los garantes de los avances de la industria nacional de la defensa y del desarrollo de la ciencia y tecnología en ese terreno.

Alertó, igualmente, sobre las crecientes amenazas y provocaciones de Estados Unidos y Corea del Sur, lo cual, dijo, “añade más leña a las tensiones militares y quiebra gravemente el equilibrio de fuerzas militares en la región”.

El dirigente también refutó las acusaciones de Seúl de que el lanzamiento del Malligyong-1-1 fuera un acto de provocación y criticó que, como como pretendida respuesta, organizara “un histérico vuelo en formación de ataque y un simulacro de ataque como un desafío militar directo a nosotros”.

No podemos evitar sentirnos furiosos por ese intolerable ruido de sables, una flagrante violación de nuestra soberanía nacional, afirmó.

Kim ha dirigido este año varios entrenamientos militares y pruebas de medios defensivos, en medio de los crecientes riesgos de una confrontación militar con Estados Unidos y sus aliados en la zona.

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