Revocatoria a UE como veedores en comicios signa semana en Venezuela

Caracas, 1 jun (Prensa Latina) La decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de revocar la invitación a la Unión Europea (UE) a participar como observadores en las elecciones presidenciales del 28 de julio, sobresalió en la semana que cierra hoy Venezuela.

Como dice el refrán popular: “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, aquí ocurrió algo parecido cuando en ocasiones anteriores el presidente del Parlamento Jorge Rodríguez aludió a la falta de compromisos del bloque comunitario europeo de respetar la legalidad en procesos precedentes.

El pasado mes el parlamentario calificó a la UE de serviles a los intereses de Estados Unidos y afirmó que ellos no quieren elecciones libres y democráticas, sino que en Venezuela gobierne un títere de Washington, en referencia al candidato opositor Edmundo González.

Recordó que en el 2021 sus veedores incurrieron en “gravísimas faltas” y se les exigió que la misión de observación electoral no podía tener matiz político ni podían invitar a representantes políticos, si no “única y exclusivamente una misión técnica”.

Ahora la gota que rebosó la copa fue las medidas anunciadas por la Unión Europea de mantener las sanciones a Venezuela y solo levantar las del presidente del CNE Elvis Amoroso, quien lo rechazó, y otras dos personas jubiladas del ente comicial.

Un comunicado leído ante la prensa por Amoroso afirmó que “sería inmoral” permitir la participación del bloque comunitario en esos sufragios –el número 31 desde la llegada de la Revolución bolivariana- “conociendo sus prácticas neocoloniales y de intervencionismo” contra el país.

Subrayó el texto que la presencia de la Misión de Veeduría Electoral europea no sería grata “en un proceso electoral tan importante para la democracia, la paz de la nación venezolana y el mundo”.

El CNE exigió al mecanismo de integración europeo a levantar todas las sanciones coercitivas, unilaterales y genocidas impuestas al pueblo, y a cesar su posición hostil contra la nación sudamericana.

El texto hizo un recuento del “incalculable daño patrimonial” ocasionado a la República Bolivariana a través de las medidas coercitivas unilaterales del mecanismo de integración europeo, que afectaron la salud de niños y ancianos, al impedir la entrada de medicinas y alimentos.

Las tensiones no terminaron ahí, pues al día siguiente, Amoroso salió al paso a nuevas declaraciones de la UE, que calificó de “insolente comunicado” al emitir consideraciones de exclusiva competencia de los venezolanos.

El titular electoral consideró el documento de nuevo acto injerencista del bloque comunitario europeo, al pretender interferir en las decisiones del CNE.

Ningún organismo extranjero tiene competencias para decidir sobre el programa de veeduría electoral de la República Bolivariana, la cual es una “nación libre, soberana e independiente”, refirmó.

Subrayó que las decisiones adoptadas en el seno del Consejo Nacional Electoral se realizan en ejercicio de su soberanía, y en el caso particular de revocar la invitación a la Unión Europea, corresponden a la “actitud hostil e irrespetuosa de este bloque” en contra de Venezuela.

Y a los que ya andan montando campañas por la falta de garantías en las elecciones presidenciales, Amoroso aseguró una amplia presencia de más de 200 personalidades de los cinco continentes, siempre y cuando los participantes “cumplan y acaten la legislación nacional en la materia”.

A los cuales se sumarán como veedores internacionales, instituciones electorales y gobiernos del mundo, entre ellas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Comunidad del Caribe y la Unión interamericana de Organismos Electorales, y otras reconocidas por su transparencia.

Resultó trascendente también en la semana, la alerta del primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, sobre planes de sectores de la oposición nacional como la toma del Palacio de Miraflores, sede del Gobierno.

El dirigente político reveló un panfleto que circula en Venezuela y Miami en el que la derecha extremista trazó un cronograma desde el 28 y al 31 de julio para generar violencia, una vez el CNE dé a conocer los resultados de los comicios presidenciales.

Cabello denunció que sectores de la oposición y el imperialismo estadounidense pretenden conducir al país a una guerra civil y advirtió que los planes chocarán con la intención de las fuerzas revolucionarias y chavistas de mantener y defender la paz en las calles.

En este contexto, el presidente Nicolás Maduro anunció que un día después de los comicios del 28 de julio convocará a un diálogo nacional con todos los sectores del país, y aseguró que “habrá, en primer lugar, paz y celebración compartida por la victoria de la patria”.

oda/jcd

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