En ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este miércoles, en su comunicado, el Coordinador subregional de FAO en Mesoamérica, Adoniram Sanches recordó que la agricultura es de las principales fuentes de contaminación del agua por nitratos, fosfatos y plaguicidas, así como de gases responsables del efecto invernadero, metano y otros tipos de polución del aire y del vital líquido.
Sobre la jornada, bajo el lema este año “Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la Generación Restauración”, Sanches comentó que algunos métodos agrícolas, forestales y pesqueros causan pérdidas de biodiversidad en el mundo. El funcionario de la FAO resaltó la importancia de utilizar más métodos de producción sostenible, y utilizar su función en la reversión de estos efectos, por ejemplo, almacenando carbono en los suelos, mejorando la filtración del agua y conservando los paisajes rurales y la biodiversidad.
Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, hasta el 40 por ciento de las zonas terrestres del planeta están degradadas, lo que afecta directamente a la mitad de la población mundial, remarcó.
El número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29 por ciento desde el año 2000 y, si no se toman medidas urgentes, las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.
Bajo este contexto, el Marco Estratégico de la FAO 2022-2031 tiene como una de las principales prioridades de acción la que denomina “Un mejor medio ambiente”.
Para lograr esto, la FAO trabaja de la mano con diversos socios de recursos y contrapartes nacionales y regionales para la implementación de programas y proyectos.
Para el caso de la subregión de Mesoamérica, integrada por México, Centroamérica, República Dominicana, Cuba y Haití, según ese texto, la FAO implementa una cartera de 28 proyectos financiados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, por un monto que supera los 144 millones de dólares.
En este mismo grupo de países, la Organización ejecuta más de 149 millones de dólares por parte del Fondo Verde para el Clima en proyectos orientados a la mitigación y adaptación al cambio climático.
La FAO apoya a otros organismos que se plantean como meta para el 2030 que la región centroamericana restaure y conserve 10 millones de hectáreas de tierras y ecosistemas degradados, con la idea de alcanzar carbono neutralidad para 2040.
Las acciones avanzan mediante un trabajo intersectorial que incluye conservación de bosques y ecosistemas forestales, transformación de los sistemas de producción agrícola, con tránsito hacia una agricultura y ganadería sostenibles y adaptadas al clima.
Además impulsan prácticas de integración y promoción de técnicas y servicios agrícolas sostenibles, entre otras.
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