Al refutar los argumentos de la Fiscalía, Castillo negó la posibilidad de fugarse si fuera puesto en libertad condicional, como ha pedido reiteradamente y negó que los parlamentarios que lo visitan puedan involucrarse en su supuesto escape
“Juro por mi patria, por mi familia, por los maestros del Perú y por este pueblo sufrido, que jamás se me ha cruzado por la cabeza irme”, dijo en la audiencia del juicio por presunta rebelión que habría cometido al decretar la disolución del Congreso, que no se hizo efectiva por negarse a apoyarlo las Fuerzas Armadas y la Policía.
“Estoy demostrando que todas las imputaciones solamente corresponden a un libreto”, añadió y, además, lanzó duros epítetos contra la presidenta Dina Boluarte quien lo reemplazó, por sucesión constitucional, cuando el Parlamento lo destituyó y aprobó su encarcelamiento, el 7 de diciembre de 2022.
La terminación de la prisión preventiva original no significa que que el exgobernante sea puesto en libertad condicional, pues, paralelamente, otra corte le aplicó 36 meses de prisión preventiva en un proceso por presuntos casos de corrupción.
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