De esa forma, el PPE contará con 15 asientos más que en los comicios de 2019; la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas obtuvo 135, seis menos; el grupo Europa Renovada se agenció 83 asientos, 19 menos; y los Conservadores y Reformistas perdieron 18 y quedaron con 71.
Además, el grupo Identidad y Democracia controlará ahora 57 bancas, los Verdes 53 y el Grupo de Izquierda 35, señaló un comunicado preliminar de la UE.
De esa forma, el PPE, los socialistas y los liberales controlarán una mayoría de 409 asientos, aunque inferior a los 417 de 2019.
La participación en esta ocasión fue del 51 por ciento, muy similar a la de hace cinco años, aunque esa cifra disminuye constantemente desde 1979, cuando fue de 61,99 puntos.
En naciones como Polonia, Hungría, Eslovaquia o Rumania, donde por lo general se registraba una baja asistencia a las urnas, en esta ocasión hubo un aumento perceptible, en medio de una actividad mayor de los jóvenes, interesados en temas vinculados al cambio climático.
De igual forma, a la Eurocámara llegaron por primera vez 24 formaciones políticas de 16 de los 27 países del bloque comunitario.
En España, Sumar y Se acabó la fiesta obtuvieron tres puestos cada uno; en Alemania, la alianza de Sahra Wagenknecht Por la Razón y la Justicia se hizo de cinco escaños; en Bulgaria, el ultraderechista movimiento Renacimiento logro tres y uno el antisemita Existe un Pueblo.
Así por ejemplo, en Croacia, el nacionalista Movimiento Por la Patria logró un asiento y en Chipre el partido de extrema derecha Frente Nacional también obtuvo uno, como mismo ocurrió con el partido de derecha Demócratas Daneses.
Todos los diputados, nuevos y de experiencia, deben iniciar en breve las negociaciones para definir las bancadas del PE, mientras que los jefes de Estado o Gobierno conciliarán entre ellos las presidencias del Consejo Europeo, Comisión Europea y la Eurocámara, entre otros.
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