Entrevistada por el programa Radar, del canal de noticias TVN, la diplomática admitió que se realizan conversaciones con países vecinos como Costa Rica y Colombia, en particular con Bogotá, pero en este segundo caso su respuesta aún es lenta, precisó.

Autoridades migratorias panameñas han señalado que en lo que va de este año más de 176 mil personas han transitado por la inhóspita selva de Darién, rumbo a Estados Unidos, pero vaticinan que esa cifra crecerá hasta más de 600 mil cuando concluya el 2024.

Tewaney explicó que en Colombia existen unos centros de recepción que Washington financia y apoya de manera técnica, también para que los viajeros ilegales puedan solicitar la visa y no tengan la necesidad de pasar por el Darién, pero aprecia deficiencias en el desarrollo de ese sistema tecnológico.

También dijo que luego de las drásticas medidas adoptadas por el presidente estadounidense, Joe Biden, para restringir el ingreso al norteño país de los caminantes, ve difícil que un eventual flujo de retorno ingrese a Panamá, aunque instó a una mayor coordinación regional.

En ese sentido, precisó que le corresponde al Ministerio de Seguridad, por intermedio del Servicio Nacional de Migración, trazar la política, aunque tampoco cree que Costa Rica permita ese flujo de retorno.

En octubre de 2022, Panamá enfrentó una situación similar cuando cientos de migrantes, la mayoría venezolanos, retornaron vía terrestre al istmo y otros decidieron no seguir la travesía y quedarse en el país canalero, recordó el diario La prensa.

En medio de aquella caótica situación, el Gobierno de Laurentino Cortizo y algunas organizaciones, ayudaron en los gastos económicos de los vuelos para que estas personas regresaran a Caracas.

Recientemente el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, adelantó sobre este tema que espera cerrar la frontera con Colombia e iniciar la deportación de los migrantes irregulares hacia sus países de origen, respetando sus derechos humanos.

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