Tal dato es en detrimento de los productos cárnicos, que son cada vez más consumidos por los hogares ante unos precios más asequibles y formas de cocinar sencillas.
El consumo per cápita de mariscos fue de 22 kilos en 2022, en comparación con los 40,2 kilos récord registrados en 2001, según el último libro blanco, documento aprobado por el Gabinete nipón.
Los japoneses ahora consumen menos productos del mar desde el pico de principios de siglo, mientras que la ingesta de carne aumenta hasta alcanzar los 34 kilos por persona en 2022.
Las compras de mariscos frescos se encuentran también en una tendencia a la baja y la cifra fue de 6,368 kilos en 2023, aproximadamente la mitad de los 12 mil 929 kilos de 2004.
En esa cuerda señala el informe que los motivos de este cambio de tendencia son variados. De acuerdo a una encuesta del ministerio, las razones más comúnmente esgrimidas por los consumidores fueron que los miembros de la familia quieren carne (45,9 por ciento), los mariscos son más caros (42,1) y el pescado es más difícil de cocinar’ (38).
A esto se suman los cada vez más acuciantes problemas de escasez de mano de obra y envejecimiento de la fuerza laboral a los que se enfrenta la industria pesquera japonesa, lo que hace de la situación de los pueblos pesqueros nipones difícil, señala el informe.
En 2022 había 123 mil 100 empleados en la industria pesquera nacional, aproximadamente la mitad de los 238 mil 300 con los que contaba en 2003, y en torno al 37,7 por ciento de ellos alcanzaban o superaban los 65 años. Además, sólo hubo en dicho año mil 691 nuevos trabajadores.
ro/rfc





