En un comunicado conjunto circulado aquí, La Francia Insumisa (LFI), los Partidos Socialista (PS) y Comunista (PCF) y Europa Ecología Los Verdes (EELV), consideraron que una nueva página en la historia se escribe con la materialización del Frente Popular, cuyos objetivos declarados son presentar una alternativa de poder y frenar a la extrema derecha.
Con un programa de gobierno y candidaturas únicas en las 577 circunscripciones citamos a los franceses para el 30 de junio y el 7 de julio, subrayaron a propósito de las legislativas convocadas por el presidente Emmanuel Macron, tras anunciar el domingo la disolución de la Asamblea Nacional.
El mandatario tomó esa decisión en respuesta a la amplia victoria de la organización nacionalista Agrupación Nacional (RN), identificada con la extrema derecha, en los comicios europeos del 9 de junio, en los que logró un 31,4 por ciento de los votos, más del doble de los conseguidos por el oficialismo (14,6), y los socialistas (13,8).
De acuerdo con LFI, PS, PCF y EELV, el nacimiento del Frente Popular abre el camino para ampliar su composición con todos los que comparten sus ideas y orientaciones.
Desde ya, por toda Francia trabajamos para extender esta alianza a ciudadanos, asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sindicatos y personalidades, aseguraron.
Asimismo, afirmaron que la izquierda ya tiene un programa de 100 días de gobierno para cambiar de verdad la vida de los franceses.
La disolución de la Asamblea por Macron y el llamamiento a las urnas a los casi 50 millones de inscritos desató la carrera por alcanzar una mayoría absoluta en la cámara baja, con tres grandes candidatos en la palestra: la extrema derecha de RN, estimulada con su triunfo en las europeas, el Frente Popular y el oficialismo.
Para el gobierno y el presidente Macron recuperar la mayoría absoluta en el Palacio Borbón (al menos 289 de los 577 diputados), perdida en los comicios del 2022, representaría recobrar el aliento y evitar problemas como la cohabitación, o sea, convivir con un primer ministro de otro partido, algo que bajo la Quinta República solo ocurrió en 1986, con François Mitterrand-Jacques Chirac.
RN y la izquierda aspiran a contar con el jefe de Matignon (primer ministro), lo cual pondría las cosas bien difíciles al líder del Elíseo, el presidente de la República.
Las primeras encuestas de cara a las elecciones del 30 de junio pintan un escenario desastroso para el gobierno, relegado en las intenciones de voto detrás de la extrema derecha y la izquierda.
Si se asumen los resultados en las circunscripciones durante las europeas, que lógicamente son otro tipo de comicios, la batalla por la mayoría absoluta se decidiría en la segunda ronda (el 7 de julio) entre RN y el Frente Popular, con el gobernante Renacimiento y sus aliados como espectadores, aunque todavía queda tiempo de maniobra.
Incluso ha comenzado a manejarse en los medios y las redes sociales la hipótesis de una eventual renuncia de Macron, quien ha sido categórico en descartarla, al esgrimir la Constitución y la meta de que su campo salga airoso en las cercanas parlamentarias.
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