Una nota de prensa divulgada por el órgano consideró que estos hechos empeoran la volátil seguridad y estabilidad en la nación africana y en la región.
Además, exacerban aún más la actual situación humanitaria y las preocupaciones en materia de protección, especialmente para aquellos civiles que viven en sitios de desplazamiento.
De acuerdo con el texto, varios ataques del M23 dejaron recientemente víctimas civiles y un soldado de mantenimiento de la paz herido.
Otras agresiones de las ADF, incluyendo una contra el campo de desplazados internos de Mugunga el 3 de mayo último, provocó otro saldo fatal de inocentes en la provincia de Kivu del Norte.
Estas se suman a la intensificación de los ataques sistémicos de las ADF y la actual ofensiva del M23 contra Kanyabayonga, que provocó el desplazamiento de 350 mil personas en la última semana.
Además, derivó en la suspensión de las operaciones de distribución de alimentos y de los servicios hospitalarios.
El Consejo condenó enérgicamente todos los ataques contra la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en el país, así como las inaceptables amenazas y presiones ejercidas por el M23 contra esa fuerza de paz.
De igual forma, rechazaron el uso de armas pesadas en las proximidades de las bases de la Monusco, lo que pone en riesgo a civiles y fuerzas de paz.
Entre otras advertencias, el Consejo consideró preocupantes los informes sobre apoyo extranjero a las fuerzas paramilitares en el país y exigió a detener cualquier acción externa.
El órgano pidió a reforzar el financiamiento al Plan de Respuesta Humanitaria para 2024 e instaron a las partes en conflicto respetar el derecho internacional humanitario.
En ese sentido, sugirieron a las partes abogar por el diálogo diplomático hacia una reducción de las tensiones y una solución duradera, pacífica y sostenible al conflicto en la región y expresaron su apoyo a todos los esfuerzos encaminados a lograr un cese de las hostilidades.
El Consejo de Seguridad saludó el papel crucial de los procesos de paz regionales, la Monusco, la Oficina del enviado especial para los Grandes Lagos y los socios internacionales. El particular, elogió los esfuerzos del presidente de Angola, João Lourenço, para mediar entre la República Democrática del Congo y Ruanda.
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