El museo australiano fue noticia a principios de año por prohibir a personas que «no se identifican como mujeres» ver su instalación «Ladies Lounge», pero este miércoles admitió públicamente que los supuestos Picassos en exhibición eran obra de Kirsha Kaechele, artista, curadora y también esposa del rico propietario de Mona, David Walsh.

Anteriormente, “Ladies Lounge”, comisariada por Kaechele e inaugurada en 2020, contaba con un público exclusivamente femenino mimado por mayordomos masculinos que servían champán.

El caso legal contra esta exposición fue iniciado por un hombre australiano que argumentó que la muestra violaba la Ley Antidiscriminación de Tasmania al discriminar por su género.

Tras un fallo judicial que establecía que tal muestra era discriminatoria y debía admitir a hombres, los Picassos falsos fueron trasladados del salón a un cubículo de baño para mujeres dentro del museo.

Solo que ahora el escándalo escaló pues, según informa The Guardian Australia, el museo confesó que los Picassos en cuestión expuestos en el baño de mujeres, a fin de que solo ellas pudieran apreciarlos, eran falsos.

Entre estos había una copia de «El almuerzo en la hierba» de Manet por parte del artista malagueño, aunque ya se sabe que fueron en realidad pintados por Kaechele.

Mona confesó su error al citado periódico ayer, después de que el rotativo y la administración de Picasso levantaran sospechas acerca de la veracidad de las obras.

Según el portal art-insider.com, en una publicación de blog Kaechele emitió una disculpa a la Administración Picasso, que supervisa el patrimonio del difunto artista español, y escribió: » Lamento muchísimo haberles causado este problema «.

arc/dla