La manifestación recorre desde la Plaza Cagancha hasta la sede del Poder Ejecutivo, en Plaza Independecia.
Las agrupaciones y colectivos recuerdan así el segundo aniversario de la muerte de dos jóvenes inocentes que fueron baleados cuando se dirigían a sus actividades cotidianas.
Los manifestantes aseguraron que desde aquel trágico incidente la situación en las comunidades ha ido empeorando.
Un comunicado denuncia “numerosas balaceras en las que niños y adolescentes mueren, o se tiran al piso y resguardan en algunos lugares de sus casas para no ser asesinados”.
El texto refiere, además, “permanentes situaciones de violencia letal en las cercanías de las instituciones socio-educativas” y «servicios básicos que ya no llegan a nuestros barrios y proyectos sociales y vecinales se debilitan».
Por otro lado, critica la falta de políticas de Estado que aborden eficazmente la situación y señala una creciente vulneración de derechos en los sectores más frágiles de la sociedad.
Menciona el aumento de la pobreza infantil, la violencia basada en género y la falta de oportunidades laborales para los jóvenes, especialmente los de contextos más desfavorecidos.
Durante dos años intentamos llegar al presidente del Uruguay y fracasamos, consigna el pronunciamiento abierta.
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