Con una esprintada de leyenda Hall, bronce en el último campeonato mundial, sobrepasó a sus rivales a escasos metros de la meta para firmar el mejor crono de su vida y el cuarto de la historia.
Su compatriota Mattew Hudson-Smith se quedó con la plata con tiempo de 43.44 y el bronce se lo colgó el zambiano Muzala Samukonga.
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