El resto de las víctimas fatales murieron ahogadas por las inundaciones y 85 sufrieron heridas de diverso pronóstico, añade el parte circulado a los medios.
La tragedia, sin embargo, tiene una magnitud mayor, ya que las estadísticas oficiales informan que en las regiones más afectadas, Maradi, Zinder y Tahoua, todas en el sur, hay 75 mil damnificados.
Las inundaciones han afectado a más de 75 mil 700 personas y han dejado nueve mil 700 viviendas dañadas, 11 mil 600 cabezas de ganado y 17 mil 700 toneladas de alimentos perdidos y “varios daños materiales” que se abstiene de especificar.
El reporte tiene carácter provisorio ya que la estación lluviosa en Níger abarca de junio a septiembre y por lo general causa enormes estragos humanos y económicos.
En ese sentido aún está fresco el recuerdo de los aguaceros bíblicos de 2022 causantes de la muerte de 190 personas, 200 heridos y 250 mil damnificados, pérdidas de las cuales este pequeño país del occidente africano comienza a reponerse mientras enfrenta a grupos islamistas que operan en la región del Sahel.
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