El proyecto denominado Bat-tastic se concentra en la flexibilidad dietética de los murciélagos analizando sus heces y busca determinar las fuentes de alimento, dijo la bióloga y miembro de la investigación Gliselle Marin.
Según explicó, las habilidades de adaptación de los murciélagos son sorprendentes, ayudan en la comprensión de impactos ecológicos del cambio climático y permite comprender cómo la fragmentación del hábitat afecta la dieta y la supervivencia general de estos mamíferos.
Para Marin, el mensaje del trabajo es que todo está interconectado: personas, murciélagos y naturaleza por lo que es imprescindible aclarar lo que puede beneficiar a todos.
Belice es uno de los países con mayor diversidad biológica de la región, tiene decenas de reservas arqueológicas en lo que fue la gran nación Maya y allí habita gran cantidad de especies, incluidas unas 80 de murciélagos.
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