La energía mantuvo su severo impacto en la vida de los franceses, al aumentar su costo un 8,5 por ciento en comparación con julio del año pasado, mientras el precio del cigarro subió un 8,7 por ciento.
De acuerdo con el reporte de la fuente oficial, el costo de los alimentos creció un 0,5 por ciento, impulsado por el de los productos frescos (2,8), un comportamiento peor para el bolsillo de los consumidores que el registrado el mes pasado (menos 0,2 de variación interanual).
En cuanto a los servicios, aumentaron de precio un 2,6 por ciento, superior al reportado en junio por el Insee (1,2).
El aumento del costo de la vida representa una de las causas del malestar ciudadano con el gobierno, traducido en reveses electorales, como los de las elecciones europeas de junio y las legislativas de julio.
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