Se trata de una tecnología que permite examinar de manera rápida y eficiente las imágenes de una cámara de vigilancia para identificar conductas delictivas sospechosas, evasiones del pago del servicio o el comercio ilegal.
Desde una sala de control se monitorizaràn los movimientos y acciones y se instalará inicialmente en 20 estaciones móviles, que cambiarán en la medida de las necesidades.
Gracias a un software especializado generaremos una base de datos que, a partir del comportamiento de las personas en las estaciones, podrá anticipar la ocurrencia de algún delito y activar a nuestros equipos de seguridad, dijo el gerente general del Metro, Felipe Bravo.
Lo anterior se suma a otros planes, en virtud de los cuales aumentó la presencia de agentes en la red, mejoraron las infraestructuras y se incrementó la colaboración con el cuerpo de carabineros, la Policía de Investigaciones e instituciones de Gobierno.
El Metro de Santiago cuenta con siete líneas y el pasado año transportó un promedio de dos millones de pasajeros por día.
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