El sábado la burgomaestre anunció en declaraciones al diario Ouest France que dejará el emblema olímpico en el majestuoso monumento que identifica a la Ciudad de la Luz, sede del 26 de julio al 11 de agosto de la magna fiesta del deporte, al alegar que cuenta con el visto bueno del Comité Olímpico Internacional.
Para Hidalgo, es algo hermoso que la torre de 135 años, concebida en su momento como una estructura efímera para la Exposición Universal de 1889, siga aliada a unos Juegos que marcaron a la capital francesa y al país.
Los cinco anillos deberán ser reemplazados por otros más ligeros, en aras de proteger al monumento que integra el patrimonio de la humanidad.
La ministra Dati, rival política de la alcaldesa, afirmó hoy en la red social X que la Torre Eiffel es una obra protegida y esgrimió el carácter temporal del montaje de los aros.
«Se trata de un monumento protegido, construido por un inmenso ingeniero y creador. El respeto a su gesto arquitectónico y de su obra necesita antes de realizar modificaciones una autorización de trabajo y una evaluación del impacto», aseveró.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Descendientes de Gustave Eiffel, Savin Yeatman-Eiffel, cuestionó la idea de asociar definitivamente la estructura a un evento particular.
“La Torre Eiffel, convertida en un símbolo de París y de Francia, tiene una vocación superior a la de enlazarla definitivamente a una organización como los Juegos Olímpicos”, estimó en la cadena BFM TV.
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