Debido al lento desplazamiento del ciclón, su azote –con fuertes vientos y abundantes precipitaciones- se extendió durante más de cuatro días, las autoridades dan cuenta de diversas zonas inundadas y corrimientos de tierra en distintas prefecturas del territorio nacional.
La radioemisora japonesa NHK relató que los residentes de la ciudad de Ogaki (prefectura de Gifu) tuvieron que recurrir a grúas para llevar sus vehículos a reparar, uno de ellos comentó que jamás había visto nada igual en los casi 50 años de vida allí.
Según la Agencia Meteorológica de este país, las condiciones atmosféricas siguen siendo inestables entre el norte y el oeste del archipiélago, por un frente de lluvia que se extiende desde el mar del Japón.
Por esta razón, las autoridades instan a la población a mantenerse en alerta por otros posibles deslizamientos de tierra e inundaciones.
Amén de los daños, ya hay señales de reactivación a lo largo del país, las líneas del tren bala Tokaido Shinkansen y Sanyo Shinkansen -que enlazan Tokio y Hakata- en la prefectura de Fukuoka, reanudaron su servicio habitual este lunes tras haber sido suspendidos los desplazamientos en algunos tramos, ante las fuertes lluvias.
El tifón Shanshan se considera uno de los más intensos en azotar Japón en las últimas décadas, no solo produjo numerosos daños materiales y caos en la red de transporte aérea, marítima, ferroviaria y por carretera, sino que detuvo las operaciones de importantes empresas niponas, como Toyota Motor.
Otras corporaciones nacionales como Mazda Motor, Canon e Hitachi se vieron forzadas a poner en pausa la producción por motivos de seguridad, pero esta semana se espera una vuelta paulatina a la normalidad.
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