La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), la Unión General del Trabajo (UGL) y la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL), entre otros gremios, llamaron desde el pasado sábado a un paro en varios aeropuertos que inició a las 13:00 hora local de ese día e incluyó a pilotos y asistentes de vuelo de ITA Airways.
A la misma se sumaron las tripulaciones italianas de la compañía aérea Wizzair en protesta por violaciones de la legislación laboral vigente, mientras los empleados de empresas de servicios de manipulación y de tierra que operan en el aeropuerto milanés de Malpensa realizaron también cuatro horas de protesta.
La huelga abarcó posteriormente a los trabajadores ferroviarios, así como a los de servicios de autobús, metro y tranvía de las principales ciudades del país y a las 03:00 hora local de este domingo se inició el paro nacional del personal del grupo de Ferrocarriles del Estado (FS), la cual finalizará a las 02:00 hora local del lunes.
Se prevé una amplia repercusión de esta última acción sindical en el tráfico ferroviario con cancelaciones totales y parciales de los trenes Frecce, Intercity y Trenitalia Regional, advierte un comunicado sindical.
Esa protesta, precisa la nota, se debe principalmente “al punto muerto en el conflicto por la renovación del contrato de los Autoferrotranvieri e Internavigatori”, y “para decir basta a un sistema de transporte público inadecuado, a una insuficiencia de recursos asignados al sector y la insuficiencia de los salarios”.
Por otra parte, además de los ferrocarriles, también los autobuses, tranvías y metros se detendrán en diversas ciudades italianas el lunes por la mañana en un paro nacional de ocho horas, agrega la fuente.
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