Al igual que en sus destinos previos, la agenda del jefe de la Iglesia católica contempla aquí intercambios con los dirigentes del país, considerado uno de los más católicos del mundo, pues cerca del 95 por ciento de su población se declara seguidora de esta corriente del cristianismo.
Inmerso en la gira más extensa de su papado hasta el momento, el pontífice de 87 años de edad planea mañana visitar a niños con discapacidad en la escuela Irmas Alma y asistir a una reunión con los obispos, religiosos y religiosas en la catedral de la Inmaculada Concepción, para también celebrar una misa prevista para unas 700 mil personas.
Amén de la agenda concertada, muchos aquí esperan un pronunciamiento del papa Francisco sobre los casos de violación de menores y otras agresiones sexuales perpetradas en el país por varios religiosos.
Los casos más mediáticos son el del obispo Carlos Ximenes Belo y el del exsacerdote estadounidense Richard Daschbach, quien recibió una condena de 12 años de cárcel en 2021 por abusar sexualmente de niñas con discapacidad.
Ximenes Belo es considerado en Timor Leste un héroe por sus aportes a los esfuerzos por ganar la independencia nacional y recibió, en 1996, el Premio Nobel de la Paz, pero hace dos años el Vaticano informó que lo sancionó en secreto en 2020 por agredir sexualmente a niños pequeños en esta nación del sudeste asiático.
Tras investigar una serie de acusaciones de abusos, la respuesta incluyó limitación de movimientos y ejercicio del sacerdocio, además de prohibirle establecer contacto voluntario con menores o con este país.
Sin embargo, la figura del religioso sigue molestando a varias personas al verla impresa en cuadros y murales por todo el territorio timorense.
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