“Hemos vivido momentos difíciles y hemos enfrentado grandes retos que hemos superado a lo largo de nuestra historia, y este también lo vamos a superar unidos, para ello, necesitamos del concurso de todas y todos los bolivianos”, afirmó el mandatario.
En una intervención especial televisada, el dignatario mencionó entre las causas de estos problemas la falta de exploración de hidrocarburos, el histórico déficit comercial privado, el incremento del precio de los fletes, los daños climáticos y la inflación internacional.
Según el mandatario, a todo esto, se sumó el bloqueo de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que impidió inyectar a la economía interna más de mil millones de dólares.
Datos oficiales señalan que la falta de exploración hidrocarburífera en el pasado provocó que el Estado importe en la actualidad más diésel y gasolina, con una erogación superior a los dos mil 800 millones de dólares.
Las importaciones privadas, en tanto, tienen un saldo negativo de menos dos mil 349 millones de esa moneda, que por los problemas en materia de hidrocarburos el sector público no puede cubrir, como lo hizo históricamente en el pasado.
En este contexto, el servicio de la deuda externa se incrementó, y a esa dificultad se sumó el bloqueo en el Órgano Legislativo, lo que impidió que el Estado reciba menos ingresos de créditos de lo que paga en capital e intereses.
Ante este panorama negativo, explicó Arce, el Gobierno nacional ejecuta una agresiva política de exploración hidrocarburífera, que ya dio resultados como el descubrimiento del pozo Mayaya X1 en el norte del departamento de La Paz, el fomento de plantas de biodiesel y de aceite vegetal hidrotratado (HVO por sus siglas en inglés).
Según los cálculos expuestos por el presidente, las iniciativas gubernamentales en marcha posibilitan sustituir un 90 por ciento de las importaciones actuales de hidrocarburos, mientras que con el sector privado se trabaja en acciones que contribuirán a revertir el déficit comercial.
Entre esas medidas figura el establecimiento de una Ventanilla Única de Comercio Exterior que reduce los trámites requeridos para las exportaciones de tres meses a cinco días.
A la par, se eliminó la burocratización para la importación de combustibles por parte del sector privado, el refuerzo de la lucha frente al contrabando de diésel, así como la introducción de incentivos a las exportaciones.
Igualmente, se levantaron las restricciones al uso de las criptomonedas y la continuidad de la industrialización con sustitución de importaciones.
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