En el encuentro se analizará además las consecuencias de las hostilidades en el vecino Sudán del Sur cuando se presenten los más recientes informes elaborados por el organismo al respecto.
La pasada semana, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) insistió en las preocupaciones luego de que se detectaran condiciones de hambruna en el campamento para desplazados internos de Zamzam, cerca de Al Fasher, en el estado de Darfur del Norte.
De acuerdo con la entidad, es probable que miles de personas más estén sufriendo condiciones similares en otras 13 zonas en riesgo.
Sudán reporta además la peor crisis de desplazamiento del mundo con más de 26 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares.
A la par, las fuertes lluvias e inundaciones, los brotes de enfermedades, principalmente el cólera aumentan las necesidades y empeoran la situación humanitaria.
En las zonas en riesgo de hambruna, incluida El Fasher, cerca de 124 mil personas se han visto afectadas por las torrenciales precipitaciones de las últimas semanas.
Las inundaciones y el agua estancada incrementan el riesgo de propagación de enfermedades, con casi dos mil 900 casos sospechosos de cólera notificados desde el inicio del último brote a mediados de agosto, advirtió esta semana OCHA.
La respuesta de la ONU a ese complejo contexto enfrenta sin embargo una severa falta de financiación con apenas el 41 por ciento de su Plan de Respuesta y Necesidades Humanitarias establecido para este año.
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