Con el nombramiento de Stefano Ravagnan como embajador en ese país árabe, esta nación será asimismo la primera de la Unión Europea (UE) y del Grupo de los Siete (G7) en restablecer los vínculos con Damasco, suspendidos desde 2012, apunta una nota divulgada en el sitio digital de ese periódico, firmada por el analista Sebastiano Caputo.
Se trata de una importante noticia que sin embargo, de manera significativa, es “casi ignorada de nuestros medios de comunicación”, apunta el experto.
En la toma de esta decisión, según Caputo, intervinieron de manera directa el ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, así como el subsecretario de Estado en la Presidencia del Consejo de Ministros responsable de la Seguridad Nacional, Alfredo Mantovano, y el nuevo secretario general de la Cancillería italiana, Riccardo Guariglia.
La misión encomendada a Ravagnan, el cual debe viajar a la capital siria en el otoño, es un encargo histórico “para reconstruir una relación que se ha desmoronado durante la última década”, añade el especialista, quien se refiere a “cautelosas líneas de comunicación entre Roma y Damasco” que llevaron a este paso estratégico”.
El propósito es “reanudar las relaciones diplomáticas con Siria, que sale definitivamente de una guerra inhumana que comenzó en la primavera de 2011”, en concordancia con la orientación de Italia hacia la pacificación, la reconciliación y su vocación mediterránea, agrega la fuente.
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