En Samarkand, el político del Partido Socialdemócrata negoció la migración selectiva de trabajadores cualificados a Alemania. El trasfondo es una gran escasez de obreros cualificados en la economía germana y, al mismo tiempo, críticas a la inmigración masiva, afirmó la prensa local.
Además, Berlín comenzó a deportar a los primeros refugiados afganos hace unos días. La coalición gobernante aún no reconoce a los talibanes como un gobierno legítimo en Kabul y, por ello busca otros interlocutores de Asia Central, informó el periódico.
En un comunicado de prensa oficial del gobierno alemán, Scholz destacó su interés en la cooperación para el desarrollo con Tashkent.
Uzbekistán es la segunda economía más fuerte de Asia Central y posee una gran cantidad de materias primas, explicó el jefe de Estado en una rueda de prensa.
Scholz viajó después a Kazajstán para reunirse con el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev. El vecino del sur de Rusia es el tercer mayor proveedor de petróleo de Alemania y Berlín espera una expansión de la cooperación, afirmó la revista Der Spiegel.
Aunque el equipo gubernamental alemán enfocó su viaje a Asia Central principalmente en la cooperación relacionada con materias primas, hubo diferencias de opinión, especialmente, sobre el tema del conflicto en Ucrania.
Tokayev pidió a Scholz que detenga las entregas de armas a Kiev y subrayó la necesidad de un alto el fuego, notificó Der Spiegel.
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