En su conferencia semanal de prensa, el mandatario explicó que aunque en los últimos dos meses han disminuido los flujos de viajeros ilegales a su paso por la selva de Darién rumbo a Estados Unidos, es un problema que afecta por los altos costos para el Estado, además de los daños ambientales y drama humanitario que representa.
“Panamá esta siendo receptora de un problema, como le explicado antes de magnitud internacional todos los días, que no está causando costos económicos, pero también costos ambientales y vidas humanas por lo que allí se vive, una tragedia humanitaria en todo sentido”, recalcó.
El jefe de Estado refirió además que Panamá, que desde enero de 2025 asumirá como miembro no permanente del Consejo de Seguridad del organismo mundial, según explicó, también enfatizará en la necesidad de su salida de listas grises y de países que no cooperan en la lucha del blanqueo de capitales.
Añadió que utilizará la tribuna de la ONU para “explicar claramente la injusticia que se comete contra Panamá, tenemos todas las herramientas para cooperar con la comunidad que así lo pide sobre todo en temas delictuales”.
Mulino insistió que el sistema en el país, en una clara alusión al bancario, ha realizado todos los esfuerzos para cumplir con esas recetas y “están sobre la mesa”.
Actualmente Panamá está en la lista de la Unión Europea como país de alto riesgo por blanqueo de capitales, junto con Gibraltar, Emiratos Árabes Unidos, Barbados y Uganda.
Pese a que la Comisión Europea había propuesto su exclusión, debido a que había salido anteriormente de la lista gris del Grupo de Acción Financiera (GAFI), el Parlamento Europeo se opuso.
En octubre de 2023 el país fue excluido de la lista gris del GAFI, al cumplir con una serie de parámetros y medidas para evitar el lavado de dinero el financiamiento al terrorismo y otros delitos financieros.
Además de la lista de la Unión Europea, el pais centroamericano es clasificado como parcialmente cumplidor en temas de intercambio de información fiscal, catalogado por el Foro Global de la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El pasado 10 de septiembre,, la Asamblea General de las Naciones Unidas inauguró su 79 período de sesiones con un llamado a fortalecer la unidad dentro del mayor foro político del planeta, integrado por 193 países.
En la ceremonia, el presidente saliente Dennis Francis entregó el icónico mazo que anuncia el inicio y el fin de las sesiones a Philemon Yang, ex primer ministro de Camerún.
El representante africano asumió el cargo “con toda lealtad, discreción y conciencia” y aseguró que su mandato se centrará en la diversidad para el avance de la paz, el desarrollo sostenible y la dignidad humana para todos en todas partes.
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