domingo 6 de octubre de 2024
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Palacio de Bellas Artes refleja rostros de México

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Ciudad de México, 29 sep (Prensa Latina) El Palacio de Bellas Artes de esta capital entró hoy en su ciclo nonagenario y aún refleja esa multiplicidad de rostros del México más moderno.

Sus columnas, paredes, frisos y todo ese armazón con varios estilos arquitectónicos cargan 90 años de historia, y en su construcción interactúan el pasado y el presente del país.

En él predominan el art nouveau en su exterior y el art decó en el interior, y está considerado el máximo recinto artístico de México, escenario de impactantes acontecimientos artísticos, sociales y políticos.

Su construcción fue iniciada el 1 de octubre de 1904 bajo el mandato de Porfirio Díaz y para la celebración del centenario del inicio de la Independencia de México, sin embargo, no fue concluido e inaugurado hasta el 29 de septiembre de 1934​ debido a la Revolución mexicana.

Es un edificio multifuncional por lo que su valor no se limita al ámbito de las artes, en tanto se moldeò de acuerdo con los cambios de esta sociedad.

La construcción del Palacio de Bellas Artes significó para los habitantes de México el paso a la modernidad arquitectónica, señaló el arquitecto Xavier Guzmán, uno de los autores del libro «Palacio de Bellas Artes. Las obras y los días».

Guzmán indicó que esa obra dio paso a un cambio en el proyecto y destino del edificio, al convertirse en símbolo de la cultura más democratizada.

Entre los mayores retos del edificio está el mantenerse activo para responder a las expectativas del pueblo de México, agregó el especialista.

Su reanudación constructiva marcó un antecedente para la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1946, al convertirse en medio de promoción de agrupaciones y propuestas artísticas, como las de la Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza, la Ópera de Bellas Artes y la Orquesta de la Cámara de Bellas Artes.

Las instituciones como Bellas Artes no se improvisan, son esfuerzos particulares que se vuelven después colectivos y que culminan en formaciones, afirmó el arquitecto, miembro honorario de la Academia Nacional de Arquitectura desde 2006.

El Palacio de Bellas Artes de México fue testigo de informes de gobierno y tomas de posesión de presidentes; recibió a artistas como María Callas o Luciano Pavarotti y se rindieron homenajes luctuosos a Frida Kahlo y a Gabriel García Márquez, y albergó muestras de Da Vinci, Kandinski y Modigliani.

arc/dpm

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