Durante un encuentro de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el representante calificó las recientes acciones contra Tel Aviv como «necesarias para restaurar el equilibrio y la disuasión».
“La experiencia ha demostrado que Israel solo entiende el lenguaje de la fuerza», enfatizó el diplomático al advertir que Tel Aviv “ve la restricción no como un gesto de buena voluntad, sino como una debilidad que explotar”.
Por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres, criticó el uso de la violencia en toda la región por parte de todos los lados: desde Cisjordania o las calles de Israel, hasta el ataque mortal en Jaffa el martes.
Guterres denunció la campaña militar israelí en Gaza que consideró la más mortal y destructiva que había visto durante su mandato de siete años al frente del organismo.
“El sufrimiento soportado por el pueblo palestino en Gaza está más allá de la imaginación», agregó.
El alto representante llamó a “detener el repugnante ciclo de escalada tras escalada que está llevando a la gente de Oriente Medio directamente al acantilado».
En tanto, Al-Sayyid Hadi Hashim, encargado de Negocios interino del Líbano negó que las operaciones militares israelíes tengan un limitado impacto.
El reciente ataque en el pueblo de Ain al-Delb es la mejor prueba de eso, cuando el 29 de septiembre una redada israelí tuvo como objetivo un edificio residencial que terminó con la vida de 71 personas, incluidas docenas de mujeres y niños, enterrados en una fosa común, aseveró
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