Según indica la nota, se trata de la primera oficina de la AIE fuera de su sede en París, Francia, a lo largo de 50 años de historia, teniendo en cuenta las importantes oportunidades y los retos energéticos del futuro.
La unidad servirá de “centro neurálgico” para las actividades y el compromiso de la AIE en la región, al proporcionar orientación política, asistencia técnica, formación y desarrollo de capacidades en ámbitos como el despliegue de las energías renovables y otras tecnologías energéticas limpias, señala el texto.
Asimismo, favorecerá el aumento del comercio transfronterizo de electricidad y las mejoras en el acceso a la financiación para inversiones en energías limpias, prometió el organismo, que responde a los intereses de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Aunque la mayoría de los Estados del sudeste asiático poseen ambiciosos objetivos para alcanzar la neutralidad de carbono, análisis de la AIE indican que la demanda energética del área crecerá más de un 60 por ciento para 2050, con una dependencia continuada de los combustibles fósiles, acota el comunicado.
Al decir del director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, la apertura de la nueva oficina en Singapur es un momento histórico para la AIE y supone un cambio radical en la relación con el sudeste asiático, una zona dinámica y de rápido crecimiento, cuya “influencia en las tendencias energéticas mundiales está aumentando notablemente”.
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