Según la Policía Militar, los aficionados uruguayos cometieron una serie de actos de vandalismo, incluidos saqueos de establecimientos comerciales y vehículos en la populosa avenida Lucio Costa, que abarca los barrios Barra da Tijuca y Recreio dos Bandeirantes.
El gobernador del Río, Claudio Castro, ordenó que los fanáticos del Peñarol involucrados en el incidente sean arrestados y escoltados fuera del estado.
Las escenas de barbarie fueron registradas en el denominado Puesto 12 del Recreio, zona oeste de Río, y dejaron un rastro de destrucción. Durante el enfrentamiento, motos y un autobús fueron incendiados por los vándalos.
El portal R7 asegura que los actos violentos comenzaron alrededor de las 12:00, hora local, después del robo de un teléfono en una panadería.
Policías militares acompañaban a los hinchas cuando recibieron información sobre el crimen. Después de una revisión, el dispositivo fue encontrado con un miembro del grupo, quien fue detenido.
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