El instrumento financiero en el que hasta la fecha participan Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá tiene por objetivo preservar la biodiversidad y los ecosistemas, así como ayudar en la mitigación y adaptación al cambio climático y el desarrollo sostenible en el mentado territorio y otras ecorregiones conexas.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, recalcó que el Chocó Biogeográfico es una de las más biodiversas del mundo por metro cuadrado y donde el papel de los asentamientos humanos desempeña un rol fundamental en relación al cuidado del medio ambiente.
Según refirió, esa labor de conservación es un hecho cultural que implica unos servicios prestados a la humanidad sin ninguna compensación y ya es hora de hacerlo.
Por eso, nosotros estamos planteando que se debe dar mayor voz y mayores recursos en un marco de justicia ambiental, y la creación del fondo es un gran paso en esa dirección, resaltó.
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, destacó por su parte que dicho instrumento permitirá avanzar en un acto de justicia étnica y aseguró que en su administración también participarán los ciudadanos.
Afirmó que la gobernanza no puede ser solo de los estados, sino que tiene que tener la garantía de las comunidades para que los proyectos sean transformadores y aporten a los objetivos de conservación.
La ecorregión Chocó Biogeográfico es una gran franja geográfica que se extiende desde el Pacífico ecuatoriano, colombiano y panameño.
También comprende una zona del Caribe, serranías, lomeríos y montañas que se unen con los bosques neotropicales en Costa Rica.
Actualmente la región enfrenta grandes amenazas como la deforestación, la minería ilegal, el tráfico de especies y los conflictos sociales, que ponen en peligro la integridad de estos ecosistemas y a las comunidades que dependen de ellos.
jha/ifs