Durante una conferencia magistral en la 38 Asamblea Ordinaria del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), la mandataria propuso asumir “el impostergable compromiso de rechazar las nuevas formas de sometimiento del neocolonialismo”.
Castro, quien habló como presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), señaló que dicho sometimiento se expresa ahora a través de injerencias, desestabilizaciones y manipulaciones mediáticas.
También se manifiesta-dijo-con guerras psicológicas sucias, el lawfare (guerra jurídica), tratados comerciales proteccionistas, elevadas y onerosas deudas de las cuales no se sabe dónde está el dinero, bloqueos económicos, sanciones y golpes de Estado.
La gobernante hondureña, invitada de honor del evento realizado en el marco del aniversario 60 del Parlatino, en su discurso aludió a la figura del libertador Simón Bolívar, quien en 1826 instaló aquí el Congreso Anfictiónico para confederar las repúblicas surgidas en América y lograr la unidad regional ante la formación del imperio del norte.
Afirmó que ese anhelo de unidad continúa vigente para los más de 650 millones de personas que viven en este continente bendecido por minerales y bosques tropicales, con un tercio del agua dulce del planeta, el 60 por ciento de los recursos de litio identificados en el mundo y la segunda región más grande en reservas de petróleo.
“Nuestro mandato hoy es de unidad, es de impedir que nuestras democracias sean tuteladas de afuera y sean utilizadas como fuente para perpetuar el capitalismo y su modelo extractivista y privatizador que continúa privatizando nuestros pueblos destruyendo vidas y nuestra riqueza natural”, subrayó.
A decir de la dignataria, la brecha entre ricos y pobres se ha incrementado en una forma desmedida y las poblaciones se ven obligadas a migrar y buscar cómo sobrevivir.
Recordó que durante el siglo XX las potencias vendieron la idea de que privilegiar los grupos económicos y sus alianzas público-privadas era la panacea para desarrollar las naciones.
“El resultado es que ha hecho de Latinoamérica y el Caribe, la región más inequitativa y desigual de la tierra a pesar de las grandes riquezas naturales con las que contamos. Este sistema (capitalista) ha servido para corromper la política y a muchos actores de la sociedad”, enfatizó.
La primera mujer presienta de Honduras afirmó que el capital y las posiciones libertarias que sirven para los intereses externos, promueven el individualismo, y manifestó que la estrategia del nuevo fascismo es mantener divididas a las naciones.
“El fascismo solo lo podemos vencer con la unidad”, argumentó la mandataria ante parlamentarios de la región.
En ese sentido, resaltó la importancia del compromiso impostergable de la unidad y la solidaridad como camino insustituible para la construcción de un futuro de prosperidad para los pueblos latinoamericanos y caribeños.
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