Se trata de una de las manifestaciones religiosas más significativas de este país, que data de mediados del siglo XIX cuando el vecino José Ulloa erigió un pequeño monumento para honrar a la virgen.
Cada año, miles de devotos se trasladan al santuario, muchos de ellos a pie o de rodillas, como muestra de fe y agradecimiento por favores recibidos.
En esta ocasión la participación superó las expectativas, ya que se esperaba alrededor de un millón de creyentes y la cifra superó el millón y medio.
Pese al elevado número de participantes, la jornada transcurrió con normalidad, no solo por el comportamiento de los peregrinos, sino también por el buen funcionamiento de los servicios públicos y privados involucrados.
Así lo declaró a la prensa local Juan Pablo Cardemil, director regional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.
Por su parte, Cristian Gálvez, director del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, indicó que se realizaron 162 atenciones médicas, pero la mayoría de ellas no fueron graves y estuvieron relacionadas con el calor o complicaciones de personas con padecimientos crónicos.
La policía de carabineros calificó de positiva la jornada, ya que no hubo accidentes viales, ni tuvieron que lamentar la pérdida de vidas humanas.
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