El decreto de la corte oficializa el triunfo del candidato del partido Frelimo, Daniel Chapo, y, por ende, la derrota del aspirante por la coalición Podemos (derecha), Venancio Mondlane (sin parentesco con el prócer anticolonialista), quien amenazó con paralizar Mozambique si no era declarado vencedor en la liza.
Otros dos candidatos siquiera alcanzaron el favor del 10 por ciento de los electores.
Antes, incluso del inicio de la votación, Mondlane amenazó con decretar una huelga general y paralizar este país lusoparlante del sureste africano, pero la demostración de fuerza careció de acatamiento popular.
El aspirante a la Presidencia por el Frelimo logró la mayoría abrumadora con más del 71 por ciento del sufragio, seguido muy de lejos por Mondlane, que reunió poco más del 21 por ciento; los asientos en la Asamblea Nacional (Parlamento bicameral) fueron ganados también por esa agrupación en todas las provincias del país, incluida esta capital.
Tras la difusión de los resultados del sufragio, Mondlane llamó desde el exilio a protestas callejeras de sus seguidores, en las que participaron personas reclutadas en los suburbios, según versión oficial, que resultaron en choques entre los manifestantes y las fuerzas del orden y hechos de vandalismo y saqueo.
Tanto el presidente mozambiqueño, Filipe Niusi, quien reconoció el derecho de los opositores a protestar, como Chapo, instaron a la ciudadanía a mantener las protestas dentro de los límites civilizados y alertaron sobre la intención de algunas personas de desestabilizar el país.
Los disturbios prosiguieron varios días y Mondlane declaró que no aceptaría nada menos que su proclamación como presidente de la república, una exigencia desautorizada ahora por el tribunal.
npg/msl





