De la Gasca consideró que el artículo 93 del Código de la Democracia, que establece la obligatoriedad de licencia no remunerada para funcionarios que aspiran al mismo cargo, no resultaría aplicable para Noboa.

Según el ministro, ni el mandatario ni los legisladores en esta ocasión están obligados a presentar una licencia, “por no tratarse de una reelección».

Noboa asumió el poder en noviembre de 2023 luego de ser electo para concluir el mandato correspondiente a Guillermo Lasso, que activó la muerte cruzada en medio de un proceso de juicio político en su contra.

El ministro se basa en un dictamen de la Corte Constitucional de 2010 donde se menciona que este periodo, posterior a la muerte cruzada, no es ordinario y no cuenta como reelección.

No obstante, afirmó que es una decisión que deberá tomar el presidente, aunque le resta poco tiempo, pues faltan 10 días para el inicio de la campaña.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) señaló que en caso de que el jefe de Estado o legisladores en ejercicio no pidan licencia, el órgano que debe definir si es una infracción es el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), siempre que alguien haga una denuncia.

En el trasfondo de esta situación está la pugna entre el gobernante y la vicepresidenta, Verónica Abad, que debería asumir la presidencia de manera temporal en ese periodo dedicado a las actividades proselitistas, que irá del 5 de enero al 6 de febrero.

En total más de cuatro mil 455 candidatos están inscritos para los cargos de presidente, vicepresidente, asambleístas y parlamentarios andinos, y suplentes.

Entre los 16 candidatos a la jefatura del Ejecutivo se encuentra, además de Noboa, Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana, quienes encabezan las encuestas y podrían reeditar el balotaje de 2023.

De haber una segunda vuelta, sería el 13 de abril de 2025.

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