No estoy aquí para ir de la mano del presidente ucraniano, declaró Fico en una sesión de control del comité de Exteriores del Parlamento.
El mandatario eslovaco se refirió así a la insistencia con la que Zelenski pide a sus aliados europeos que le suministren suficiente ayuda militar y financiera para poder “defender a su país”.
Fico reaccionó con dureza a la decisión del mandatario ucraniano de no renovar con Gazprom el contrato de tránsito de gas por el gasoducto Druzhba, algo que priva a Eslovaquia de combustible más barato y de tasas de tránsito del gas suministrado a terceros países, y que estima en unos 500 millones de euros al año.
Según Fico, Eslovaquia es uno de los países más perjudicados por el contencioso entre Moscú y Kiev, que ya privó al país del suministro de gas en la crisis de 2008.
Si Ucrania nos engaña, como nos engañó en 2008, y nos perjudica, seremos los primeros en detener cualquier ayuda humanitaria a Kiev, declaró el jefe del Gobierno eslovaco.
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