El mandatario, quien habló en la apertura de la cumbre extraordinaria dedicada al Programa Integrado de Desarrollo Agrícola en África (PIDA), celebrada en Uganda, pidió a la Comisión de la Unión Africana encontrar los mecanismos para aplicar con éxito los instrumentos estratégicos que sean aprobados en la cita.
También exhortó a colaborar estrechamente con los Estados miembros para integrar estos objetivos en los planes nacionales de inversión, poniendo todos los medios necesarios en sus manos.
Lourenço, quien presidió la reunión en calidad de vicepresidente primero de la UA, instó igualmente a cumplir el compromiso asumido en la Declaración de Malabo de destinar al menos el 10 por ciento de los presupuestos nacionales a la agricultura, incluso ante las limitaciones financieras existentes.
“El clima internacional de los últimos años no ha dejado de recordarnos que la agricultura, mucho más que una actividad económica, es la clave de nuestro desarrollo sostenible y una fuente inagotable de nuevas oportunidades para las familias africanas”, sostuvo.
Añadió que la cumbre es una oportunidad para analizar lo hecho desde la aprobación del PIDA (2003), pasando por la Declaración de Maputo y la Declaración de Malabo, y lo que queda por hacer, además de corregir los errores para avanzar hacia el objetivo de eliminar el hambre, reducir la pobreza y promover la seguridad alimentaria en África.
Todavía estamos muy lejos de lo que queremos en lo que respecta a la aplicación de los compromisos sobre crecimiento agrícola acelerado y transformación para la mejora de los medios de vida, lo que sitúa al continente lejos de las metas de la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible y de la Agenda 2063 de la UA, apuntó.
Subrayó que en la cumbre deberían encontrar el consenso necesario para aprobar una Estrategia y un Plan de Acción para el PIDA en los próximos 10 años (2026-2035), así como la Declaración de Kampala, pero ello debe respaldarse con un esfuerzo real en su implementación y cumplimiento
“Estos documentos rectores representan un paso decisivo en nuestros esfuerzos colectivos por hacer realidad las aspiraciones de África al desarrollo, el progreso y el bienestar de sus pueblos”, remarcó.
Lourenço consideró vital atender asuntos como la mecanización agrícola; la aceleración de la implantación de sistemas de producción y certificación de semillas en los países que no tienen; la mejora de las infraestructuras rurales y el desarrollo de los sistemas de regadío, para contribuir a promover una agricultura moderna y competitiva.
También destacó la importancia de promover iniciativas de defensa ambiental y restauración ecológica en el continente, con el objetivo de mitigar el avance de la desertificación y regenerar suelos y manantiales degradados por la acción humana.
“Al dar prioridad a la agricultura, estamos invirtiendo en nuestra gente, empoderando a nuestros jóvenes y mujeres, creando puestos de trabajo y oportunidades para las generaciones futuras”, enfatizó.
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