El texto calificó de “infausta cofradía imperial” la medida de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro estadounidense, que arremetió contra once funcionarios del Estado venezolano, incluido el Comandante en Jefe, el ministro para la Defensa e integrantes del Estado Mayor Superior. Indicó que esta acción desesperada, al margen de toda norma del derecho internacional, se consume justo el día en que Nicolás Maduro se juramentó, en legítima posesión de su mandato, como presidente reelecto constitucional para el periodo 2025-2031.
“Ante la contundente demostración democrática y ejercicio de soberanía del glorioso pueblo venezolano, sus enemigos le atacan ferozmente, intentando como siempre, opacar la relevancia de este trascendente acto de investidura presidencial”, afirmó.
Significó que la “oprobiosa medida persigue descalificar el liderazgo existente en la organización militar, la cual ha permanecido incólume durante más de dos décadas de guerra difusa contra Venezuela”.
La nota subrayó que esas burdas maniobras, lejos de amilanar a los hombres y mujeres de uniforme, fortalecen sus convicciones de dignidad, honor y autodeterminación, avivando en ellos la lucha inquebrantable por la libertad, soberanía e independencia de la patria.
Destacó que el gobierno bolivariano “ha llevado a cabo con valentía y determinación, como nunca antes en la historia reciente del país, un combate frontal contra el flagelo del narcotráfico, el terrorismo, grupos mercenarios y estructurados generadores de violencia.
Así como contra la minería ilegal y otras formas de crimen trasnacional y afirmó que “no seremos plataforma para la dominación porque somos territorio de paz”.
Maduro, significó, desde el 2013 no solo ejerció la suprema autoridad jerárquica de la institución castrense según lo contemplado en la Constitución, sino que practica sobre ella “un liderazgo positivo, que permitió la consolidación de una doctrina militar autóctona, cimentada en principios nacionalistas y bolivariano.
Reconoció, por otra parte, el ascendiente moral del general en jefe Vladimir Padrino, quien “se ha construido a lo largo de una impecable trayectoria profesional de más de cuatro décadas de honroso servicio militar, sobre la base del ejemplo, la disciplina y el apego a las leyes de la República.
El comunicado señaló que “por eso sabemos, que una espuria recompensa no hará mella en la fortaleza física y espiritual de ambos reconocidos líderes, nacionales y mundiales; quienes se mantendrán firmes como el roble y erguidos como el samán, para seguir conduciendo acertadamente la nación.
Esta agresión solo fortalece aún más la cohesión y unión absoluta en la exigencia de respeto a nuestros lideres y superiores jerárquicos, remarcó.
La Fuerza Armada ratificó, en perfecta fusión popular militar y policial, la determinación de obedecer el mandato popular expresado el pasado 28 de julio de 2024, así como el apoyo indefectible de la Revolución bolivariana.
jcm/jcd
