El recién electo mandatario reafirmó su compromiso con la edificación de un Estado basado únicamente en la justicia y en la igualdad entre todos los componentes de la nación.
Durante un un encuentro en el Palacio Presidencial de Baabda, Aoun insistió en la necesidad de la rápida formación de un gobierno para poner al país en el camino correcto y «reconstruir la confianza con una comunidad internacional dispuesta a apoyarnos».
A juicio del jefe de Estado, Líbano requiere de intenciones sinceras en beneficio de la nación, no intereses personales.
«Debemos buscar ayuda externa sin utilizarla para dominar a nuestro propio pueblo, ya que ninguna secta o individuo está por encima de otro», destacó.
En la ocasión, el Gran Muftí expresó su apoyo al contenido del discurso inaugural del presidente Aoun durante la juramentación el jueves, «que sirve como revitalización de la entidad libanesa”.
De acuerdo con el Sheikh Abdul Latif Derian, “como componente esencial de la sociedad libanesa, no pedimos por nosotros mismos, sino por el equilibrio entre todos los componentes de la sociedad, como se indica en su discurso”.
«Queremos un Estado regido por la justicia, por la ley, la Constitución y el Acuerdo de Taif», puntualizó.
En su mensaje, la máxima referencia sunita deseó un mandato justo y «que ninguna persona inocente permanezca en las cárceles libanesas”.
Tras más de dos años de vacío de poder, el Parlamento de Líbano eligió el 9 de enero como presidente de la República en segunda ronda de votación a Joseph Aoun, quien lideró el Ejército desde el 8 de marzo de 2017.
El general Joseph Aoun, presidente número 14 de la República después de la independencia, dirigirá la nación en los próximos seis años y su primera acción será nombrar al primer ministro designado tras consultas parlamentarias vinculantes.
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