Ante la continuidad de las lluvias y las inundaciones en el archipiélago del Océano Índico, el prefecto local, François-Xavier Bieuvill, consideró necesario mantener la alerta roja hasta mañana.
La víspera, los 320 mil mayotenses fueron llamados a resguardarse en lugares sólidos o a trasladarse a los alrededor de 80 refugios habilitados.
El azote de Dikeledi genera inquietud por la situación de destrucción y carencias en la que quedó Mayotte después del impacto el 14 de diciembre de Chido y sus vientos superiores a los 100 kilómetros por hora, en un departamento que antes de ese evento meteorológico ya era considerado el más pobre de Francia.
Según la cadena BFM TV, esta mañana 14 mil 500 personas se encontraban en los centros de acogida habilitados.
El gobierno prometió una reconstrucción rápida del archipiélago y la batalla para frenar la proliferación de barrios marginales, en medio de críticas y denuncias por la tardía reacción del Estado.
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