miércoles 19 de febrero de 2025
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Abatidos dos cazadores furtivos en Sudáfrica

Pretoria, 14 ene (Prensa Latina) Guardias de la reserva de vida salvaje de Sabi Sands, adyacente al parque nacional Kruger, de la oriental provincia sudafricana de Mpumalanga, dieron muerte a dos cazadores furtivos de rinocerontes, refieren reportes policiales divulgados hoy.

Según la comunicación, los guardaparques detectaron a los cazadores ilegales y, al intentar acercarse, fueron recibidos a tiros.

Como consecuencia del intercambio de disparos los dos furtivos resultaron abatidos.

En posesión de los delincuentes se encontraron un rifle de alto poder apto para la caza mayor africana, así como un hacha y cuchillos que se emplearían para cortar los cuernos de los rinocerontes que pretendían abatir, según la Policía.

Las familias de los difuntos ya realizaron la identificación de los cuerpos. Los ahora fallecidos eran residentes de comunidades cercanas a la zona de hecho.

Según reveló a mediados de 2024 el ministro de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica, Dion George, durante los primeros seis meses de ese año 229 rinocerontes fueron víctimas de la caza furtiva en el país, en comparación con los 231 del mismo período de 2023.

De esos rinocerontes, 191 fueron muertos en propiedades estatales y 38 en parques, reservas y granjas privadas.

En particular, detalló, el Parque Nacional Kruger (KNP, el mayor del país) perdió 45 rinocerontes a causa de la caza furtiva entre enero y junio de 2024, en comparación con los 42 durante el mismo período del informe en 2023.

Con respecto a las cifras de población de rinocerontes, el Ministro sostuvo que a fines de 2023 Sudáfrica tenía 16 mil 56 ejemplares, incluidos dos mil 65 rinocerontes negros y 13 mil 991 blancos.

Como comparación, a finales de 2021, había en el país dos mil 56 rinocerontes negros y 12 mil 968 blancos.

A pesar de esos relativamente buenos indicadores, esos animales siguen bajo amenaza por parte de sindicatos criminales trasnacionales que persiguen su cuerno, poseedor de presuntas propiedades como medicina natural, algo que, según la Ciencia, es falso.

No obstante, la alta demanda de esos cuernos en mercados tradicionales asiáticos, donde se pagan grandes sumas de dinero por ellos, mueve a que africanos pobres se embarquen en actividades ilegales en favor de los traficantes ilegales.

jha/mv

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