La investigación denominada Pobreza multidimensional en la infancia y adolescencia en Brasil, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), indica además que el país redujo la cifra de niños y jóvenes de cero a 17 años que viven en la pobreza.

El número de 34,4 millones (62,5 por ciento) en 2017 cayó a 28,8 millones (55,9) en 2023.

Citado por medios locales, el estudio muestra que la reducción de la pobreza fue influenciada principalmente por el aumento de los ingresos, beneficiado en particular por la ampliación del programa Bolsa Familiar y la mejora en el acceso a la información.

Basado en la Encuesta Nacional por Muestra de Hogares Continua, la indagación analizó siete dimensiones fundamentales: renta, educación, acceso a la información, agua, saneamiento, vivienda y protección contra el trabajo infantil. Además de un análisis sobre seguridad alimentaria.

La Unicef considera las privaciones intermedias cuando hay un acceso limitado a una de las esferas o de mala calidad. La pobreza extrema se considera cuando no hay acceso a los derechos.

Otras fuentes oficiales indican que, en 2024, 8,7 millones de personas salieron de la pobreza en Brasil

La población pobre se redujo de 67,7 millones en 2022 a 59 millones en 2023.

Resulta mayor entre los mestizos (35,5 por ciento) y los negros (30,8) que entre los blancos (17,7)

La penuria es mayor entre las mujeres (28,4 por ciento) que entre los hombres (26,3). También es superior entre los niños y adolescentes de cero a 14 años (44,8por ciento).

Tal flagelo es menor entre los ancianos de 60 años o más (11,3 por ciento).

En general en el gigante sudamericano, la pobreza extrema alcanzó en 2023 el 4,4 por ciento de la población, la menor proporción desde 2012.

La extrema pobreza se considera cuando el hogar tiene ingresos mensuales de hasta 2,15 dólares por día.

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