Entre los firmantes de ese histórico documento estuvo Oscar Santamaría, parte del gobierno del presidente Alfredo Cristiani, hoy prófugo de la justicia, para quien esa negociación se dio en un momento en que algunos estimaban que Centroamérica ardía y era necesario hacer un esfuerzo para llegar a la paz.

El éxodo de un millón y medio de sus compatriotas fue otra de las cuotas grandes que pagó El Salvador en medio de ese conflicto. “Lo más trascendental que puede haber ocurrido hace 33 años fue ponerse de acuerdo las partes para darle paso a la fuerza de la razón y hacer a un lado la fuerza de las armas”, dijo este jueves el veterano político.

Este aniversario varias fueron las conmemoraciones aunque sin el carácter multitudinario de años atrás cuando los gobiernos de turno celebraban la paz alcanzada, algo que ahora no ocurre.

Entre otras actividades destacó la del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido que emergió de una de las fuerzas beligerantes en el conflicto, y que ahora estima que florecen las causas que dieron lugar al enfrentamiento.

Venido a menos tras dos periodos de gobierno, la agrupación en palabras de su actual secretario general, Manuel “Chino” Flores, demandó unidad de sus correligionarios para asumir las tareas que vienen que son para «continuar con la paz y para garantizar que esta paz sea permanente». En horas de la mañana de este jueves, un grupo de militantes de la agrupación que se identifica con el color rojo y veteranos de la contienda recordaron la fecha en la sede partidista en esta capital.

Marleni Funes, secretaria adjunta del FMLN, durante su intervención en el acto, puntualizó que el partido reafirma “su compromiso por seguir construyendo paz en nuestro país, por seguir construyendo esa paz que hoy está siendo amenazada’. Aseveró que las causas de la guerra nuevamente están floreciendo en nuestra sociedad’ .

Asimismo, en el parque Cuscatlán, en esta capital se reunieron veteranos y lisiados de guerra para exigir el cumplimiento de los derechos humanos y ratificaron que no se puede borrar una parte de la historia , y que, según dijeron, el mismo presidente Nayib Bukele está ahí en el gobierno producto de los acuerdos.

La guerra no fue una farsa, reiteraron participantes en la actividad frente al Monumento a la Memoria y la Verdad, quienes sostuvieron que la memoria histórica no se puede borrar como pretenden sectores oficialistas.

Además, sectores que recordaron lo pactado en México exigieron que se apruebe una ley de Justicia Transicional que garantice justicia, verdad y no repetición de las causas y del conflicto, que dejó más de 75 mil muertos y miles de desaparecidos.

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