«El corazón del teleférico Blagovéschensk-Heihe ya está dentro. Los constructores empezaron a montar los equipos principales en el interior de la terminal. Hoy en día, el teleférico está listo al 40 por ciento», publicó el directivo en la red social Telegram.
El proyecto tendrá dos líneas de 976 metros y dos cabinas para 110 personas, las cuales tardarán varios minutos en cruzar el río Amur que divide las dos ciudades de Rusia y China.
Las previsiones de los ingenieros a cargo refieren que el tráfico será de hasta 2,5 millones de personas al año, 457 por hora.
Orlov especificó que del lado ruso está en proceso una terminal de 26 mil metros cuadrados que albergará la estación del teleférico con el andén, equipos tecnológicos, paso fronterizo, tienda libre de impuestos, zona de restauración y otros locales comerciales y de esparcimiento.
Mientras, al otro lado del Amur, en Heihe, habrá una terminal de cuatro plantas con un amplio estacionamiento, tienda libre de impuestos, hotel de cinco estrellas y espacios para reuniones de trabajo.
Este proyecto turístico-social se inserta en los acuerdos bilaterales entre Moscú y Beijing que abarca un conjunto de sectores en beneficio de ambos pueblos, y para el desarrollo económico comercial bilateral.
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