La portavoz destacó que garantizar la capacidad de los países interesados para realizar monitoreos independientes fue un compromiso asumido por Tokio en el contexto de esta problemática.

Según los resultados de los análisis realizados por instituciones científicas chinas, las concentraciones de tritio, cesio-137 y estroncio-90 en las muestras no presentaron anomalías.

Al ser consultada sobre si esto valida la seguridad del vertido, la vocera enfatizó que este asunto afecta al interés público internacional.

Reiteró que Japón actuó unilateralmente, desoyó las preocupaciones de los países vecinos y de la comunidad internacional, y subrayó que China mantiene su oposición al vertido.

Mao añadió que, en ausencia de mecanismos internacionales que detengan la liberación de estas aguas, el monitoreo independiente por parte de los países afectados constituye una medida efectiva para gestionar los riesgos.

No obstante, advirtió que los resultados de una sola prueba tienen un valor limitado como referencia.

China continuará trabajando con la comunidad internacional para instar a Japón a cumplir sus compromisos y garantizar que el vertido de las aguas contaminadas de Fukushima se mantenga bajo estricta supervisión internacional, agregó.

El 28 de febrero pasado aquella nación vecina comenzó la cuarta etapa de la descarga de agua contaminada con energía nuclear al liberar en el mar unas siete mil 800 toneladas.

Hasta el momento Beijing ha manifestado su fuerte preocupación por este tema y de hecho, canceló la importación de todos los productos acuáticos provenientes del país nipón.

El gigante asiático insistió en varias ocasiones en la necesidad de un acuerdo internacional para monitorear de forma independiente el plan japonés.

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