«El 1 de febrero, las Fuerzas Armadas de Ucrania cometieron otro crimen de guerra al lanzar un ataque deliberado con misiles contra un internado en la ciudad de Sudzha», refiere el comunicado de la entidad militar.
La cartera castrense detalló que los sistemas rusos de defensa antiaérea detectaron que el lanzamiento de los misiles se efectuó desde la región ucraniana de Sumy.
Por lo tanto, la agresión de las tropas de Kiev contra instalaciones civiles en la región de Kursk confirma el «carácter terrorista e inhumano» de las autoridades ucranianas, resaltó el Ministerio.
Asimismo, las autoridades rusas de Defensa afirmaron que la provocación de Ucrania en Sudzha tenía como objetivo desviar la atención de la comunidad mundial de las atrocidades cometidas por militares ucranianos en Rússkoye Poréchnoye, otro asentamiento ocupado en Kursk.
Previamente, el Comité de Investigación de Rusia logró establecer la implicación de varios efectivos de Kiev en otro hecho inhumano cometido contra civiles rusos en la comunidad de Rússkoye Poréchnoye, ya liberada por el Ejército ruso.
Los combatientes de las Fuerzas Armadas de Ucrania están acusados por el organismo del gigante euroasiático por cometer un acto terrorista, violación y acciones violentos de naturaleza sexual organizado por un grupo de personas previo acuerdo.
Entre los sospechosos figura el soldado Evgueni Fabrisenko, quien confesó los crímenes al ser interrogado, así como un comandante de una compañía con el nombre en clave Kum y tres militares apodados Motyl, Provodník y Judózhnik, detalló el servicio de prensa del Comité ruso.
En el periodo que va entre el 28 de septiembre y el 24 de noviembre del año pasado, dichos soldados, siguiendo las órdenes de su comandante Kum, asesinaron a 11 hombres y a 11 mujeres, a ocho de las cuales violaron y sometieron a actos violentos de carácter sexual, en dicha localidad del distrito de Sudzha, explicaron las autoridades.
Posteriormente, los implicados trasladaron los cadáveres de los 22 ciudadanos que habían asesinado a unos sótanos de residencias privadas del pueblo.
Ante esta atrocidad, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció que los crímenes representan «una nueva demostración flagrante del carácter terrorista y neonazi del régimen de Kiev».
“La perversa impotencia militar y política en el contexto de las derrotas en el frente es lo que mueve al régimen ucraniano a cometer estas masacres inhumanas», sentenció la vocera de la Cancillería.
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