La agencia aseguró que los centros asistenciales enfrentan dificultades para atender a los enfermos,debido al aumento del número de víctimas de enfermedades endémicas como el sarampión, el cólera y la malaria.
Según indicó, las reservas de medicamentos esenciales en Minova (Kivu del Sur) se agotan rápidamente, a medida que los rebeldes del M23 avanzan hacia la ciudad.
Durante ataques recientes, los proyectiles alcanzaron un hospital en Goma, lo que causó víctimas civiles, entre ellos niños pequeños y mujeres embarazadas.
Los combates se intensificaron a finales de enero, después que el M23 tomó el control de partes de Kivu del Norte, incluidas áreas cercanas a la capital regional Goma, y avanzó hacia Kivu del Sur.
“Los socios de salud están haciendo todo lo posible para brindar servicios que salven vidas, a pesar de los riesgos que plantea la artillería pesada y la proximidad de los combates en primera línea”, señaló el organismo.
Los enfrentamientos armados ponen en riesgo a cientos de miles de desplazados internos que se refugian en Goma, junto con los trabajadores humanitarios que los apoyan, al tiempo que destruyen las redes de agua, electricidad y comunicaciones.
El administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner, denunció que el conflicto interrumpe el acceso a la educación y la atención sanitaria y provoca el colapso de las empresas.
“Erosiona las bases para la recuperación a largo plazo, la resiliencia y el desarrollo sostenible”, aseguró en un comunicado.
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