La ministra de Exteriores, Penny Wong, enfatizó que las sanciones incluyen hasta 10 años de prisión y/o fuertes multas.
El anuncio forma parte de las medidas del Ejecutivo australiano para combatir el incremento de los delitos de odio antisemitas en la nación oceánica, así como frenar la difusión de la ideología de extrema derecha a través de internet, con incitaciones a la violencia incluidas.
Según precisó Wong, Terrorgram abarca una red de canales en línea y cuentas que actúan en aplicaciones encriptadas como Telegram, con la finalidad de promover la supremacía blanca y la violencia por motivos raciales.
En Australia no hay lugar para el antisemitismo, el odio ni la violencia, subrayó la canciller.
De acuerdo con los registros oficiales, en semanas recientes, las autoridades debieron hacer frente a incendios en un centro de atención infantil en Sídney y autos aparcados en barrios de judíos; en tanto, más de una sinagoga fue objeto de vandalismo.
A principios de diciembre, individuos enmascarados incendiaron una sinagoga de la ciudad de Melbourne, en el sur del país, con personas adentro, y fue necesario contar con 60 efectivos del cuerpo de bomberos para controlar las llamas.
Como resultado de ese siniestro, dos australianos sufrieron heridas y el edificio quedó destruido.
En 2024, el Ejecutivo australiano decidió criminalizar, a nivel nacional, el saludo nazi en público, así como sancionar a quienes exhiban o comercialicen símbolos nazis como banderas o insignias del Tercer Reich o exalten actos terroristas y de odio supremacista, con penas de hasta 12 meses de cárcel.
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