Tras colocar una ofrenda floral al pie del monumento a Sucre en el centro de La Paz en representación del Gobierno, el vicetitular pronunció un discurso a propósito del aniversario 230 del natalicio de quien tuvo un papel decisivo en la fundación de la Bolivia independiente por órdenes de El Libertador Simón Bolívar.
Evocó su nacimiento el 3 de febrero de 1795 en Cumaná, Venezuela, entonces Gran Colombia, y destacó que se le otorgó el título de Gran Mariscal de Ayacucho por el Congreso peruano en 1824, tras comandar el Ejército Unido Libertador, que conquistó la victoria en esa batalla, en la cual derrotó al último virrey español en América.
Recordó la frase de El Libertador Simón Bolívar sobre Sucre, de quien dijo: “si dios diese a los hombres escoger familia, yo elegiría por padre a Don José María Mosquera, y por hijo al general Sucre”.
Al acto asistieron una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado, funcionarios gubernamentales, altos mandos militares y policiales, autoridades académicas y representantes de movimientos y organizaciones sociales.
Por su parte, ante ellos, el embajador de Venezuela en Bolivia, César Trómpiz, enfatizó que Sucre es uno de los próceres que forman parte de la inspiración libertadora de la gran nación latinoamericana.
Resaltó que los servicios de Sucre comenzaron en Venezuela, se extendieron por la Gran Colombia, llegaron a Quito, a Guayaquil, se fundieron en el campo de Ayacucho y tuvieron su punto más alto como estadista aquí en Bolivia, donde fue presidente por tres años.
Destacó que las instituciones que él creó todavía siguen en pie como la Policía Nacional, el Colegio Ayacucho y otra cantidad importante a lo largo y ancho de Bolivia, país en el que hizo grandes aportes a la educación, la abolición de la esclavitud y el buen trato y respeto a la población indígena originaria.
Recordó que cuando dirigió la Batalla de Ayacucho apenas tenía 29 años, y añadió que la grandeza de Sucre es la de la juventud de nuestra América, que se levantó y se sigue levantando contra el imperialismo y todas las formas de dominación que quieren azotar a nuestro continente.
Trómpiz subrayó que, con el pensamiento de Sucre, los líderes de organizaciones como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América se reúnen para decidir estrategias conjuntas sobre las amenazas de Washington a los países que han construido un camino soberano.
“Es necesaria la voz de nuestros libertadores, hoy presente en nuestros gobiernos”, concluyó el embajador.
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