“Como alianza (debíamos) ser los impulsores en el ámbito multilateral para que Naciones Unidas declare la migración como un derecho humano.

La migración es un proceso inherente a la historia de la humanidad”, aseguró Arce al intervenir en teleconferencia ante sus pares de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

Sostuvo el dignatario que Bolivia ratifica su compromiso con los instrumentos internacionales, como la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963, que orientan la protección de nuestras comunidades en el exterior.

En referencia a las deportaciones masivas desde Estados Unidos, el mandatario demandó este lunes que desde el ALBA-TCP se rechace esta medida asumida por el gobierno del presidente Donald Trump y se exija un “tratamiento respetuoso y justo para los connacionales”.

Sostuvo que cada país tiene derecho a definir su política migratoria, pero sin que “ninguno” pueda ignorar los tratados y acuerdos internacionales que regulan la movilidad de los migrantes.

“Desafortunadamente -criticó Arce-, en los últimos días, hemos observado con indignación escenas de deportación desde Estados Unidos de hombres y mujeres encadenados y esposados, que revive en la memoria la esclavitud, una de las etapas más vergonzosas de la historia de la humanidad (…)».

El bloque de ALBA-TCP desarrolla este lunes con Caracas como centro, una reunión de trabajo extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno, coincidente con el aniversario 230 del natalicio del mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, primer presidente de Bolivia.

Tiene como trasfondo este foro un incremento de las deportaciones en condiciones humillantes de latinoamericanos y caribeños como parte de cambios introducidos por Trump en la política migratoria norteamericana.

Al respecto, Arce fue enfático en la afirmación de que desde Bolivia se oponen a políticas “securitistas” que ignoran el derecho humano a la libre circulación, e indicó que el mundo “no puede ser” solo un espacio en el que circule el capital, sino también los seres humanos.

Subrayó que, más allá de lo establecido en convenciones y acuerdos internacionales, el verdadero desafío radica en evitar cualquier intento de criminalización de la migración, por lo que demandó garantizar un trato digno a cada persona en movilidad y proteger sus derechos humanos.

En relación con este tema, el mandatario expresó su respaldo al rechazo del Gobierno de Cuba a que la base militar que el Pentágono ocupas ilegalmente en Guantánamo, territorio cubano, sea convertida por Washington en una prisión de inmigrantes.

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