El Ejército anunció en un comunicado que dos de los uniformados se encuentran en estado crítico tras el ataque contra la base, adyacente a un puesto de control.
Según el texto, se abrió una investigación para determinar cómo el palestino logró burlar la vigilancia y penetrar en el recinto.
Entretanto, las Fuerzas Armadas israelíes continuaron este martes sus operaciones en la Ribera Occidental, en especial en torno a las ciudades de Tulkaren y Jenin, y sus respectivos campamentos de refugiados, informó la agencia oficial de noticias palestina (Wafa).
Considerado uno de los bastiones de las milicias, Jenin se encuentra bajo ataque desde hace 15 días, lo cual causó 38 muertos e importantes daños materiales tras la destrucción de edificios, calles e instalaciones comerciales.
Solo en el campamento de refugiados de Jenin los militares israelíes volaron una veintena de edificios.
El alcalde de la urbe, Muhammad Jarar, denunció que esta operación es la más grande desde la ocurrida en 2002.
Esta mañana los uniformados irrumpieron también en el campamento de refugiados de Balata, cerca de Nablus, donde arrestaron a un joven.
También se reportaron al menos seis detenciones, incluidos cuatro menores, en las localidades de Beitunia y Jalazone, en la gobernación de Ramala.
En la madrugada, los efectivos castrense asaltaron en la misma zona las aldeas de Ras Karkar, Aboud y Ni’lin, así como los campamento de refugiados de Deheishe y Al Fara, en las gobernaciones de Belén y Tubas, respectivamente.
En este último las excavadoras iniciaron la destrucción de la calle principal y demolieron varias estructuras, detalló Wafa.
El Ministerio de Salud palestino anunció ayer que desde inicios de año las fuerzas israelíes mataron a 70 ciudadanos en Cisjordania, incluido una mujer, 10 menores y dos ancianos.
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